El Obispo de Zárate-Campana, Mons. Oscar Sarlinga, estuvo en el Vaticano
con el Papa Francisco, en la audiencia del miércoles 26 de junio, la
última luego de comenzar el verano en el hemisferio norte hasta que se
retome luego del período estival.
En medio de la plaza desbordada de fieles, y también la Via della
Conciliazione, el Papa argentino hizo su ingreso recorriendo los
distintos lugares para poder saludar a la gente, hasta llegar al atrio
de la Basílica, donde lo esperaban los cardenales y Obispos.
Mons. Oscar Sarlinga mencionó que le pidió al Papa Francisco que tuviera
especialmente en su oración a la diócesis de Zárate-Campana, con todos
sus partidos, Zárate, Campana, Escobar, Pilar, Exaltación de la Cruz,San
Antonio de Areco y Baradero, en especial a los más necesitados, a los
pobres, los sufrientes, y a todos. También dijo el Obispo que le
agradeció personalmente a Francisco por su sentido de la clemencia y de
la misericordia, y por ser el Papa "de la Misericordia divina", que
manifestaba en su relación con el Pueblo de Dios.
Ese día el Papa Francisco dio su catequesis sobre una de las imágenes de
la Iglesia que menciona el Concilio Vaticano II, la imagen del templo.
Así, mencionó el Papa Francisco, "La palabra templo hace pensar en un
edificio, en una construcción; recuerda el gran Templo de Salomón, lugar
donde el pueblo de Israel se encontraba con Dios; imagen que por la...
fuerza del Espíritu Santo se realiza en la Iglesia como “casa de Dios”,
lugar de su presencia. Si aquel antiguo templo fue edificado por los
hombres, Dios, por la encarnación de su Hijo, “construye su casa” para
habitar en medio de nosotros. Así, Cristo es el Templo vivo del Padre,
él mismo edifica su “casa espiritual”, no hecha de piedras materiales,
sino de “piedras vivas”, que somos nosotros".
Luego de viva voz dijo que el Espíritu Santo estaba en la Iglesia como
"Pueblo de Dios" y exhortó a que todos los cristianos nos hiciéramos
estas preguntas:. ¿Cómo vivimos nuestro ser Iglesia? ¿Somos piedras
vivas o, por el contrario, somos, por así decir, piedras cansadas,
aburridas, indiferentes? ¿Nos abrimos a la acción del Espíritu Santo
para ser parte activa de nuestra comunidad o nos cerramos en nosotros
mismos, diciendo: “tengo tantas otras cosas que hacer, y no es mi
obligación”?. El Papa continuó luego con los saludos a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, Bolivia, Colombia, México y los demás países latinoamericanos.
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